En todo plan de trabajo eficaz se han de dar, al menos, estos tres pasos:
Planificación:
- Programación de objetivos: qué metas pretendes alcanzar.
- Distribución del tiempo por cada actividad.
- Previsión de los resultados que esperas obtener.
Realización:
Realización del plan paso a paso, con constancia y decisión.
Control:
- Del rendimiento obtenido.
- Del esfuerzo realizado.
- De las dificultades encontradas.
- Elaboración de las correcciones necesarias.
CARACTERÍSTICAS DE TU “PLAN DE TRABAJO – ESTUDIO PERSONAL”
Debe ser personal
- Adaptado a tu manera de ser, a tu capacidad, a tus necesidades, a tus circunstancias, a tu “rincón de estudio”.
- Conocimiento de tus actitudes, de tu preparación, de tus deficiencias, de tus necesidades más urgentes.
- Partiendo de tus intereses personales, decide qué materias te interesan más para el futuro y cuáles tienen mayor valor formativo, etc.
- Teniendo en cuenta las dificultades concretas de cada materia y las que te exigen una atención especial.
- Considerando tu ritmo personal de trabajo: rápido, lento, con mucha memoria, capacidad de comprensión, falta de base, etc.
- Incluyendo todas tus actividades vitales: estudio, comida, descanso, etc.
Antes de trazar tu plan de trabajo – estudio debes formularte estas preguntas y así el plan que proyectes será la mejor respuesta a dichos interrogantes:
- ¿Qué asignaturas van mejor con mis aptitudes?
- ¿Cuáles se me hacen más fáciles? ¿Cuáles más difíciles?
- ¿Qué asignaturas me interesan más para mis estudios posteriores, para mi formación personal o para el logro de mis metas?
- ¿Qué lagunas advierto en mis conocimientos, hasta ahora?
- ¿Cuánto tiempo me lleva estudiar una lección, leer un libro, resolver un problema?
- ¿Cuáles son las horas del día en que mejor se me da el estudio?
Debe ser realista
- Al trazar tu plan de trabajo – estudio no olvides que tienes que poder realizarlo:
- Parte de lo que hasta ahora haces y de lo que crees que serás capaz de hacer.
- Calcula bien tus necesidades y tus fuerzas ante las posibles dificultades.
- No te dejes llevar de entusiasmos excesivos o de falsas ilusiones.
- No te desanimes; vuelve a empezar cuantas veces sean necesarias.
Debe ser flexible
- Que puedas modificarlo, sin que todo se venga abajo, siempre que te lo exijan las circunstancias.
- Que sea lo suficientemente amplio para que quepan en él los imprevistos que puedan presentarse.
- Adaptable, fácil de cambiar por una ocupación urgente, una enfermedad o cualquier otro imprevisto.
Elaboración de tu HORARIO personal
El horario de trabajo – estudio te ahorrará gran cantidad de tiempo, ya que sabrás previamente lo que has de hacer, te permitirá seleccionar el tiempo de trabajo – estudio entre las horas libres y organizar tu vida de acuerdo a tus propias necesidades.
Para elaborar adecuadamente un horario debes tener presente los siguientes criterios:
- Determina, en un principio, el tiempo total del que dispones.
- Ten presente todas tus actividades y compromisos diarios.
- Valora tus capacidades, conocimientos y habilidades respecto a lo que vas a estudiar y a las actividades que tienes que realizar.
- Elige los mejores momentos del día para dedicarlos al estudio.
- Distribuye el tiempo entre las diversas materias. Conviene que las horas de trabajo – estudio las distribuyas separadamente unas de otras, según las exigencias de cada materia, y con una duración no muy prolongada, ya que es más efectivo el trabajo que dura pequeños períodos de tiempo.
- Comienza programando pequeños tiempos de trabajo – estudio y los vas aumentando poco a poco, intercalando los descansos y los cambios de materia.
- Cumple siempre las previsiones realizadas: la constancia es fundamental.
- Revisa y modifica el horario según los resultados obtenidos o ante el planteamiento de nuevas circunstancias.
- Utiliza el horario hasta que te hayas creado un hábito de trabajo, con fidelidad responsable.
Distribución del tiempo de trabajo – estudio
Como no te es posible estar varias horas seguidas estudiando y rindiendo con la misma intensidad, debes distribuir tu esfuerzo en función de:
- La dificultad de las materias que tienes que estudiar.
- El tipo de ejercicio a realizar y la fatiga que te originan.
- La necesidad de descansar y cambiar de actividades.
- Este modelo teórico de distribución de tiempo, pensando en una sesión de tres horas seguidas de trabajo – estudio, puede resultarte útil: