Para sacar el mayor provecho de tus clases y mejorar tu actitud y atención en ellas, debes:
Preparar tus lecciones:
- Lleva leído el tema que se va a tratar. Intenta encuadrarlo dentro de tus conocimientos. Si te es posible, lee algo relacionado con el mismo que amplíe y aclare lo que ya conoces del tema o te puede interesar.
- Dejar preparado, la noche anterior, todo el material que pienses llevar a clase al día siguiente.
Participar activamente en el desarrollo de la clase:
- Con una actitud positiva frente al profesor. Aleja todo prejuicio y no te dejes llevar por antipatías. Controla tus sentimientos.
- Oyendo y comprendiendo. Esfuérzate por entender lo que se explica; a clase no sólo vas a oír, sino a atender para entender y comprender:
- Capta la lógica del razonamiento del profesor.
- Fíjate en las ideas que te expone, no en las palabras.
- Compara y contrasta las ideas que él te dice con lo que tú ya sabes de la materia.
- Juzga sus afirmaciones y distingue lo que son juicios personales de lo que son opiniones de autores reconocidos.
- Capta la utilidad (próxima o lejana) que para ti tiene el tema explicado. - Tomando notas y apuntes de lo explicado. Toma las notas mientras el profesor explica, resumiendo lo que él va diciendo, y ordena lógicamente las ideas. Presta la máxima atención para poder oír, entender y sintetizar.
- Preguntando. Pregunta lo que no entiendas. Aporta tus opiniones.
- Manteniendo la atención. No es lo mismo oír que escuchar. Tienes que atender para entender. Oímos lo que nos interesa oír: no puedes atender bien (escuchar y oír) cuando estás distraído con otra cosa o no participas en su desarrollo. Para ayudarte a ser un oyente atento puedes tener en cuenta estas orientaciones:
- Lleva las clases previamente preparadas, conociendo el tema, y formula preguntas durante su desarrollo. Te será más fácil mantener la atención si ya tienes una idea básica de lo que se está explicando.
- Adopta una postura cómoda y adecuada que te permita atender sin esfuerzo ni dificultades.
- Descubre las ideas fundamentales que expone el profesor. Procura diferenciarlas de las ideas secundarias, anecdóticas, etc.
- Capta las diferentes partes de la exposición a lo largo de la explicación.
- Estate atento para captar las “palabras – señales” que utiliza el profesor en sus explicaciones, como por ejemplo:
Señales comunes: “existen tres razones…”; “sobre todo…”.
Detalles importantes: “por otra parte…”; “sirva de ejemplo…”.
Conclusión o resumen: “por tanto…”; “como resultado…”.
Elevación de la voz: “recuérdese que…”; “lo importante es…”.
- Aprovecha tu situación en el aula para escuchar activamente. Siéntate cerca del profesor y obsérvalo. Le oirás mejor y verás mejor la pizarra.
- Sé puntual en llegar a clase para coger el hilo de la explicación desde el principio y centrar así tu atención.
- Tu atención en clase estará influida por tu forma física, salud, alimentación, sueño, estado anímico, motivación, aspiraciones, etc., sobre todo por tu actitud… Cuantos más sentidos apliques a lo que haces, mayor y mejor será tu atención.
Terminar la tarea de la clase:
La terminación de tus clases debe ser unos minutos más tarde que la del profesor. Durante esos breves minutos tú debes “rematar” la actividad desarrollada durante la clase: completando los apuntes que habías tomado con los de algún compañero; resolviendo las dudas o aclaraciones pendientes: recogiendo, ordenadamente, todo el material que estabas utilizando; en definitiva, procurando que las cosas no queden a medio terminar y en desorden.